
Para vivir las fiestas en un país distinto al tuyo mi primera recomendación es “llena tu actitud de gratitud”.
Haz una revisión de todo lo que has logrado en el año saliente, de todo lo que genera bienestar en este momento presente a tu familia de origen, cerca o lejos de ti y agradece a Dios por sus bendiciones, por esos abrazos apretados que recibiste y que todavía hoy te acarician el alma, por esas llamadas y vivencias que en días de navidad nos recuerdan que estamos juntos sin importar las fronteras.
Envía esa energía de amor y bienestar a tu familia, tenlos presente en tus pensamientos y rituales de navidad y encontrarás la forma de que estén conectados a ti.
Cómo por ejemplo en el sabor de las comidas que preparas (intercambien recetas), compartiendo nuevas tradiciones desde el país en el que te encuentres, escuchando esas canciones que amenizaban las vísperas de navidad en tu hogar natal. Dale espacio al agradecimiento y la alegría de los momentos vividos por encima de la añoranza. Recuerda que todos están viviendo su propósito de vida y que todas esas navidades compartidas siguen siendo energía para sus almas.
Disfruta la oportunidad de estar en un país distinto
Investiga sus tradiciones e incorpora las que te gusten a las tuyas, aprende a preparar un plato o un baile diferente, comparte la cena de navidad con nuevos amigos y culturas, déjales conocer un poco de tu país de origen a través de ti presentando tu gastronomía navideña y hablando de los rituales de tu país, seguramente encontrarás algunas coincidencias que te sorprenderán.
Brinda con quienes tengas cerca, agradece la oportunidad de tener su compañía en estas fiestas y recibirte en su hogar o su país si es el caso.
No olvides que en medio de la celebración, la navidad es tiempo para la reflexión y para dar desde la esencia de lo que somos.
Investiga y Participa activamente en las actividades decembrinas de tu localidad.
Observa con atención su tradición, pregunta por su historia y anécdotas. Recuerda que más allá de donde naciste, eres un ciudadano del mundo y el mundo tiene regalos maravillosos para darte y mostrarte porque estás “Aquí y Ahora”.
Aunque la nostalgia te invada, sonríe, enfócate en las emociones que te generan alegría y bienestar
Recuerda que eres arquitecto de tu vida y que estás donde debes estar en este momento para seguir tu camino de crecimiento, hay millones de abrazos llegando a ti, que la añoranza no te distraiga de sentir su energía, vas a necesitarla para cumplir todos esos deseos que tu corazón anhela ver realizados este nuevo año, y ¡los vas a realizar!. Desde este rincón del mundo, prometo tenerte presente, a ti y a todos quienes hoy celebramos físicamente lejos de nuestro origen pero lo tenemos más latente que nunca en el corazón.